Sumérgete en la riqueza de un legado milenario con “La Rana y el Loong: Sabiduría en Proverbios Chinos”. Cada episodio es una ventana a la filosofía y el ingenio orientales, contada a través de las historias que dieron vida a los proverbios más emblemáticos de China.
Sumérgete en la riqueza de un legado milenario con “La Rana y el Loong: Sabiduría en Proverbios Chinos”. Cada episodio es una ventana a la filosofía y el ingenio orientales, contada a través de las historias que dieron vida a los proverbios más emblemáticos de China.
El loong, o dragón chino, es una poderosa criatura mitológica como su primo occidental, pero es distinto.
El monje, viendo el cansancio del joven, le ofreció una almohada y le sugirió reposar un poco mientras se cocían las tortas.
Un venerable anciano criaba algunos caballos. Un día, una de sus bestias se extravió y desapareció en las tierras de los bárbaros.
En cierta ocasión, el tigre atrapó a un zorro, el cual, en lugar de mostrar temor, enfrentó al tigre con audacia.
Las serpientes no tienen patas. Lo que has dibujado no es una serpiente. ¡Has perdido!
El duque Huangong de Cai falleció a causa de una enfermedad que, tratada a tiempo, podría haber sido curada fácilmente.
Si vuestras palabras son ciertas, ¿qué sucedería si vuestra lanza golpea vuestro escudo?
Había una vez un anciano que cuidaba a un grupo de monos, por lo que se le conocía como el "señor de los monos".
¿Qué diferencia existe entre vos y el clan Man que habita en el cuerno de un caracol?
Esas son las cinco grandes virtudes que hasta los santos predican. Sin ellas, solo eres un vulgar raterillo, muy lejos de ser un maestro del crimen.
Puedo abatir esa ave sin necesidad de flechas. ¿Lo crees, mi señor?
En los albores del tiempo, en la tierra de Guizhou, el asno era una criatura de leyendas, desconocida en sus verdes colinas.
La sed y el hambre acosaron a los valientes, y aquel ejército que había triunfado gloriosamente en la batalla ahora enfrentaba el cruel castigo de la naturaleza.
Aunque aún no ha alzado vuelo, cuando sus alas se desplieguen, tocará el firmamento; aunque en silencio esté, su canto resonará cuando llegue el momento.
Mientras el cliente se marchaba satisfecho, el joyero se enorgullecía de su estrategia comercial. Pero, para su asombro, el comprador dio unos pasos y regresó.
En el banco de aquel río, bañado por el sol, una ostra de inmensa envergadura abrió sus conchas para deleitarse en la calidez.
En lugar de trabajar la tierra, optó por descansar junto al tocón, aguardando más liebres que a su suerte corrieran.
Si una persona llegase a decirte que un tigre se ha mostrado en plena calle, ¿darías crédito a sus palabras?
¡Epa! ¡Fíjense en ese desgraciado! ¡Tiró su arma y salió pitando más de 100 pasos! ¡Cobarde!
¡Ah! Dígame, si los cielos se desploman y la tierra se quiebra, ¿dónde hallaremos refugio los seres de carne y hueso?
El loong, o dragón chino, es una poderosa criatura mitológica como su primo occidental, pero es distinto.
El monje, viendo el cansancio del joven, le ofreció una almohada y le sugirió reposar un poco mientras se cocían las tortas.
Un venerable anciano criaba algunos caballos. Un día, una de sus bestias se extravió y desapareció en las tierras de los bárbaros.
En cierta ocasión, el tigre atrapó a un zorro, el cual, en lugar de mostrar temor, enfrentó al tigre con audacia.
Las serpientes no tienen patas. Lo que has dibujado no es una serpiente. ¡Has perdido!
El duque Huangong de Cai falleció a causa de una enfermedad que, tratada a tiempo, podría haber sido curada fácilmente.
Si vuestras palabras son ciertas, ¿qué sucedería si vuestra lanza golpea vuestro escudo?
Había una vez un anciano que cuidaba a un grupo de monos, por lo que se le conocía como el "señor de los monos".
¿Qué diferencia existe entre vos y el clan Man que habita en el cuerno de un caracol?
Esas son las cinco grandes virtudes que hasta los santos predican. Sin ellas, solo eres un vulgar raterillo, muy lejos de ser un maestro del crimen.
Puedo abatir esa ave sin necesidad de flechas. ¿Lo crees, mi señor?
En los albores del tiempo, en la tierra de Guizhou, el asno era una criatura de leyendas, desconocida en sus verdes colinas.
La sed y el hambre acosaron a los valientes, y aquel ejército que había triunfado gloriosamente en la batalla ahora enfrentaba el cruel castigo de la naturaleza.
Aunque aún no ha alzado vuelo, cuando sus alas se desplieguen, tocará el firmamento; aunque en silencio esté, su canto resonará cuando llegue el momento.
Mientras el cliente se marchaba satisfecho, el joyero se enorgullecía de su estrategia comercial. Pero, para su asombro, el comprador dio unos pasos y regresó.
En el banco de aquel río, bañado por el sol, una ostra de inmensa envergadura abrió sus conchas para deleitarse en la calidez.
En lugar de trabajar la tierra, optó por descansar junto al tocón, aguardando más liebres que a su suerte corrieran.
Si una persona llegase a decirte que un tigre se ha mostrado en plena calle, ¿darías crédito a sus palabras?
¡Epa! ¡Fíjense en ese desgraciado! ¡Tiró su arma y salió pitando más de 100 pasos! ¡Cobarde!
¡Ah! Dígame, si los cielos se desploman y la tierra se quiebra, ¿dónde hallaremos refugio los seres de carne y hueso?
El loong, o dragón chino, es una poderosa criatura mitológica como su primo occidental, pero es distinto.
El monje, viendo el cansancio del joven, le ofreció una almohada y le sugirió reposar un poco mientras se cocían las tortas.
Un venerable anciano criaba algunos caballos. Un día, una de sus bestias se extravió y desapareció en las tierras de los bárbaros.
En cierta ocasión, el tigre atrapó a un zorro, el cual, en lugar de mostrar temor, enfrentó al tigre con audacia.
Las serpientes no tienen patas. Lo que has dibujado no es una serpiente. ¡Has perdido!
El duque Huangong de Cai falleció a causa de una enfermedad que, tratada a tiempo, podría haber sido curada fácilmente.
Si vuestras palabras son ciertas, ¿qué sucedería si vuestra lanza golpea vuestro escudo?
Había una vez un anciano que cuidaba a un grupo de monos, por lo que se le conocía como el "señor de los monos".
¿Qué diferencia existe entre vos y el clan Man que habita en el cuerno de un caracol?
Esas son las cinco grandes virtudes que hasta los santos predican. Sin ellas, solo eres un vulgar raterillo, muy lejos de ser un maestro del crimen.
Puedo abatir esa ave sin necesidad de flechas. ¿Lo crees, mi señor?
En los albores del tiempo, en la tierra de Guizhou, el asno era una criatura de leyendas, desconocida en sus verdes colinas.
La sed y el hambre acosaron a los valientes, y aquel ejército que había triunfado gloriosamente en la batalla ahora enfrentaba el cruel castigo de la naturaleza.
Aunque aún no ha alzado vuelo, cuando sus alas se desplieguen, tocará el firmamento; aunque en silencio esté, su canto resonará cuando llegue el momento.
Mientras el cliente se marchaba satisfecho, el joyero se enorgullecía de su estrategia comercial. Pero, para su asombro, el comprador dio unos pasos y regresó.
En el banco de aquel río, bañado por el sol, una ostra de inmensa envergadura abrió sus conchas para deleitarse en la calidez.
En lugar de trabajar la tierra, optó por descansar junto al tocón, aguardando más liebres que a su suerte corrieran.
Si una persona llegase a decirte que un tigre se ha mostrado en plena calle, ¿darías crédito a sus palabras?
¡Epa! ¡Fíjense en ese desgraciado! ¡Tiró su arma y salió pitando más de 100 pasos! ¡Cobarde!
¡Ah! Dígame, si los cielos se desploman y la tierra se quiebra, ¿dónde hallaremos refugio los seres de carne y hueso?